Anita era una niña umilde que vivía umildemente cierto día por la mañana alguien tocó a su puerta e insistían tocaban y tocaban la niña que esa mañana se encontraba sola con su perro de raza desconocida, pues su papá estaba trabajando y su mamá andaba haciendo las compras matutinas, pues la niña siendo una niña muy lista se acerco a la puerta y por un orificio pequeño vio para afuera quien era.
Así con que con confianza abrió la puerta y quien estaba parado junto a la puerta era su amiguito que de la misma edad que ella la llegó visitar, ella contenta lo invito a pasar y entre bromas y risas llegaron a la sala
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